viernes, 28 de noviembre de 2014

"Defenderé al peso como un perro". Visión política y aspiraciones de José López Portillo.

"Defenderé al peso como un perro". Visión política y aspiraciones de José López Portillo.

López Portillo, quien se consideró a sí mismo el último presidente de la Revolución Mexicana, encabezó un gobierno que quiso administrar la abundancia y acabó en una crisis marcada por una nacionalización bancaria que sólo duró tres meses.

"El perro"
Con el apodo de 'El perro' tuvo que lidiar hasta su muerte hasta el punto de que el cerro donde se encuentra una de las más lujosas de sus mansiones se conoce como 'La colina del perro'.
En su último informe de gobierno, a tres meses de entregar el poder, López Portillo aplicó todo el poder de la Presidencia al decidir, sin consultar a nadie, la nacionalización de la banca con lágrimas y gritos de "Ya nos saquearon; no nos volverán a saquear".

Los mexicanos pagaron la nacionalización sólo para que tres meses después, el nuevo gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) iniciara una nueva privatización de la banca que culminó Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).

López Portillo fue profesor de Teoría de Estado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y funcionario en ascenso hasta el ministro de Hacienda de donde lo lanzó a la Presidencia su amigo de la infancia y antecesor en el cargo, Luis Echeverría.

En su gobierno, en 1977, se restablecieron las relaciones diplomáticascon España que estaban rotas desde la guerra Civil y en su primer viaje a la península Ibérica visitó la tierra de sus antepasados españoles en la localidad navarra de Caparroso.

López Portillo tuvo tres hijos de su primer matrimonio y dos más en su segundo con la actriz argentina Sasha Montenegro, de quien se divorció recientemente para volver a la casa de sus hermanas. Su relación con Montenegro podría servir como argumento para un culebrón mexicano, pues está plagada de escándalos, peleas, lágrimas y hasta violencia.

El 17 de febrero de 2004 falleció a las 83 años en la ciudad de México dejando un legado paternalista cuya obra máxima se da con la mansión que hoy disfrutan sus herederos conocida como "La colina del perro"

Para mayor información consulta: 

http://www.proceso.com.mx/?p=231361

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